Lo habrás escuchado muchas veces:
«Debes educar al cliente para que hayan buenos resultados y mayores ventas»

Pero si no logramos un resultado final exitoso o el esperado, solemos culpar al cliente. Y hacer esto es como si te estuvieras quitando responsabilidad.

💡Quizás la raíz de todo está en la manera de comunicarte.

El resultado no depende de lo que el cliente sepa o los conocimientos que tenga en relación a tu profesión o a tu materia.

Pero… ¡ojo al dato! ¡Esto no significa que no debas guiar, orientar, explicar, argumentar y sobre todo ¡liderar!

Resaltar aquellas ventajas que un consumidor podría tener al adquirir nuestro producto o servicio, no es educar.

¡Educar es otra cosa!

Te propongo algo:
«Escucha activa»
A veces no nos paramos a escuchar detenidamente y pausado. Prestas un servicio o vendes un producto, pero no te pagan por ser formadora. No te ganas la vida formando a otras personas, a no ser que…

¡Eso sea realmente a lo que te dedicas!

👉Y tú, ¿educas o informas? 😉

PD: Esta publicación está inspirada en el aprendizaje del club y las enseñanzas de @pontelacorvata