Lo que implica decir sí a este territorio

En esta Terra Alta no se entra por impulso. Se entra por convicción. Aquí no se descargan recursos. Se honran procesos.

TÁRIA es un territorio que se abre solo para unas pocas marcas. Marcas que ya no quieren fingir. Marcas que están listas para mirar hacia dentro y sostener lo que encuentran.

Cuando reservas tu lugar, no haces solo un pago. Haces una promesa. De presencia, de honestidad, de responsabilidad contigo y con tu identidad.

Porque en este territorio:

No se hacen devoluciones.
Cada plaza está pensada para un acompañamiento profundo, real y limitado. Si no puedes asistir a tu sesión 1:1, ese espacio queda guardado para ti. Podrás reprogramarlo. La sesión no se pierde. Nada se pierde aquí, todo se transforma.

¿Y si no llegas a hacer tu sesión antes del taller grupal?
Recibirás la grabación completa del taller y además, tendrás un tiempo extra en tu sesión para resolver dudas y aterrizar lo vivido en tu propio camino.

Este no es un proceso que empuja. Es un lugar que sostiene.
Y si la vida te pasa por encima —porque a veces pasa—, TÁRIA no cierra la puerta.
Tu lugar te espera. Como los pactos que no se rompen.

Por eso, antes de entrar, detente. Respira. Y si sientes que este es tu momento, cruza el umbral con la certeza de quien no viene a probar,
sino a recordar quién es.

Este es el pacto que te ofrezco.
Y al decir que sí, tú también lo haces.

Bienvenida a TÁRIA.